La Fiscalía Anticorrupción del Callao consiguió que se confirme la pena interpuesta en primera instancia contra dos efectivos policiales y el trabajador de un grifo ubicado en el primer puerto, quienes fueron hallados culpables de haber confabulado para apropiarse y comercializar ilícitamente el combustible destinado a vehículos policiales.
Se trata de los policías Santos Pedro Lalangui Sarmiento y Jack Jiménez Julca, quienes fueron condenados a cinco años y cuatro meses como autores del delito de peculado junto a Tomás Rolando Zambrano Murrugarra, trabajador del grifo ‘San Pablo’, quien fue sentenciado a cuatro años de pena privativa de la libertad.
La ratificación de la condena fue obtenida por el fiscal superior anticorrupción, Wálter Coello Huamán, quien logró acreditar la conducta sistemática y reiterada de los tres sujetos para apropiarse de gran cantidad de combustible y venderlo a terceros para provecho propio, operación que quedó registrada en las cámaras de seguridad del lugar.
Según pudo acreditar el representante del Ministerio Público, la intervención al establecimiento ubicado entre las avenidas La Marina y Haya de la Torre, se produjo en instantes en que se abastecía a los patrulleros de la Subunidad de Acciones Tácticas (SUAT) con la mitad de la dotación de combustible, pues según el registro de la máquina expendedora solo se abasteció con cuatro galones pero se giró los recibos por ocho galones de gasolina.
Ante los argumentos presentados por el Ministerio Público, la Sala de Apelaciones para delitos de Corrupción de Funcionarios del Callao acogió el pedido de la fiscalía, ratificando en segunda instancia la condena.
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